Ozono terapia en úlceras.
RESUMEN
La úlcera
flebostática es una afección frecuente en la población y por su tendencia a la
cronicidad ocasiona importantes pérdidas económicas personales y sociales. Se
realizó un estudio para evaluar el efecto bactericida y favorecedor del
trofismo celular del ozono; para esto se utilizó un grupo estudio formado por
22 pacientes a los cuales se les aplicó ozonoterapia local y a otros 22 ,
tratamiento convencional. En el grupo estudio lograron negativizar el cultivo
bacteriológico el 90,9 % (20/22) y cicatrizaron el 90,9 %, mientras que en el
grupo control negativizaron el cultivo el 77,7 % (17/22) y cicatrizaron 59,1 %
(13/22). El 63,6 % de los pacientes del grupo estudio necesitaron menos de 20
sesiones de ozono para negativizar el cultivo bacteriológico y el 45,5 % de los
enfermos del grupo control entre 20 y 30 sesiones.
El 86,4 % de los pacientes
del grupo estudio cicatrizaron su lesión con 20 a 30 sesiones de tratamiento,
mientras que el 45,5 % del grupo control cicatrizaron con más de 30 sesiones.
Podemos concluir que la ozonoterapia local es un método eficaz y económico en
el tratamiento de las úlceras flebostáticas en los miembros inferiores.
DeCS: OZONO/uso terapéutico; ULCERA VARICOSA/terapia;
CICATRIZACION DE HERIDAS.
La insuficiencia
venosa crónica engloba a un conjunto de alteraciones que afectan a todos los
tejidos que constituyen el miembro inferior en mayor o menor grado, por lo que
se plantea que su origen común se asienta en el desequilibrio funcional del
sistema venoso, debido a secuelas definitivas de procesos trombóticos y
varicosos desarrollados en su eje colector profundo y superficial.
Los signos
principales que constituyen esta entidad nosológica son el edema, las várices y
los trastornos tróficos, y son la expresión máxima de estos últimos las úlceras
fiebostáticas.2 En su patogénesis se cita la hipertensión
venosa prolongada como factor decisivo. Ella trae como consecuencia que se
distienda el lecho capilar en la piel y el tejido celular subcutáneo de la
pierna, y escapen grandes moléculas particularmente de fibrinógeno a través del
ensanchamiento de los poros endoteliales hacia el espacio intersticial. La
disposición pericapilar de fibrina bloquea la difusión de oxígeno y otros
nutrientes desde la sangre hasta la piel para producir muerte celular y ulceración.3,4
Además de lo
anterior, se establece la apertura de comunicaciones arteriovenosas locales que
contribuyen al estado de isquemia, por desviar la sangre desde el lecho
arteriocapilar hacia la circulación venosa. El mecanismo responsable de tales cambios
es la oclusión de pequeñas arterias y arteriolas. También la localización
anormal de linfáticos superficiales y oclusiones de cadenas linfáticas
profundas juegan un papel de importancia en la predisposición de la extremidad
para desarrolar el edema y la úlcera.5
En cuanto a la
epidemiología de esta afección se plantea que presenta una alta prevalencia, y
se plantea con varios autores, que entre el 10 al 40 % de las poblaciones
sufren esta complicación que por su tendencia a la cronicidad, su tórpida evolución
provoca pérdidas importantes de jornadas laborales y un gran número de
estancias hospitalarias de acuerdo con los resultados de la tesis de grado del
doctor Ortega en úlceras postrombóticas.
Como ejemplo de lo
anterior existe un estudio realizado en la localidad de Bernik en Holanda,
donde se encontró que 20 000 pacientes con úlceras flebostáticas en miembros
inferiores motivaron cerca de 1 millón de días perdidos de trabajo en 1970.
Asimismo, en los EE.UU. produjeron 6 millones de días de ausentismo laboral.
La ulceración en los
miembros inferiores ha sido una preocupación a través de la historia de la
medicina, y ha motivado el estudio de muchos investigadores.6-8 Se
plantea que la terapéutica actual en el tratamiento de las úlceras de origen
venoso debe estar encaminada en primer lugar a la prevención de su aparición.
Si las medidas profilácticas, conservadoras y/o intervencionistas fallan es
entonces cuando se deberán plantear las diferentes formas terapéuticas
encaminadas a su curación.7
En el año 1840, Christia
F. Shonbein asoció el olor producido por descargas eléctricas
atmosféricas con el de un gas que se formaba en la electrólisis del agua, al
cual llamó ozono que en griego significa oloroso. El ozono es un amorfo
inestable del oxígeno formado por 3 átomos y puede obtenerse a partir de una
descarga eléctrica en equipos diseñados especialmente para ello.9
En Cuba la década del
70 marcó el inicio de trabajos en este campo en el Centro Nacional de
Investigaciones Científicas (CNIC), donde se creó el primer grupo de
especialistas que estudiaron los mecanismos de acción y las aplicaciones del
ozono. Con el decursar de los años el número de investigadores se fue
incrementando, así como los resultados de las investigaciones, por lo que en
1992, se decidió crear el Centro Nacional de Investigaciones del Ozono. Se
plantea que el ozono médico es una mezcla del 5 % de ozono como máximo y 95 %
de oxígeno. La dosis utilizada en el campo de la medicina varía entre 1 y 100
mg/L de acuerdo con la vía de administración y enfermedad. La vida media del
ozono es de 40 min a temperatura de 20 °C.10
Los mecanismos
mediante los cuales el ozono es capaz de ejercer sus efectos terapéuticos son:
mejorar la oxigenación del organismo, ayudar a erradicar productos tóxicos que
se generan en el funcionamiento celular y regular los mecanismos de defensa
inmunológicos del organismo. Según la dosis empleada puede actuar como
inmunomodulador, aplicable a enfermedades autoinmunes. EL ozono tiene además
propiedades bactericidas, virucidas, fungicidas, así como de estimular la
regeneración de tejidos y favorecer la cicatrización de heridas y lesiones de
piel. Además, al reaccionar el ozono con los ácidos grasos insaturados de las
membranas celulares se originan una serie de peróxidos hidrófilos que estimulan
la formación de sustancias desoxigenantes, las cuales al actuar sobre la
oxihemoglobina, liberan oxígeno y por tanto producen aumento del suplemento de
éste a los tejidos.7,9
Además, como
estimulador de la oxigenación hística el ozono es capaz de activar los
mecanismos oxidativos celulares de la glucólisis, al actuar sobre los sistemas
redoxglutatión (NADH-NAPH) y activar el paso pentoxa/fosfato que incrementa la
transformación de la glucosa; por otro lado desagrega los eritrocitos y los
hace más elásticos; el ozono además tiene poder analgésico, multiflamatorio,
mejora el estado anímico y de la circulación sanguínea.11
Las vías de su
administración se pueden dividir en locales y sistémicas. Dentro de las
primeras se encuentran las aplicaciones de aceites y cremas ozonizadas, las
bolsas plásticas flexibles insufladas con este gas e inyecciones
intraarticulares. Por vía sistémica el ozono puede administrarse por inyección
intramuscular, intravenosa y además por vía subcutánea, así como por
insuflación rectal. La inocuidad de estas vías ha sido exclusivamente
comprbada.9
El ozono carece
prácticamente de efectos secundarios; de los trabajos realizados sólo en uno se
hace referencia a la aparición de un ligero eczema cutáneo en un reducido
número de pacientes el que desapareció con la disminución de la concentración
del gas.7 Varios autores en diversas partes del mundo han
utilizado el ozono como terapéutica en úlceras de causa venosa y refieren
resultados muy alentadores.7,12
Por todo lo anterior
nos sentimos motivados por comprobar la eficacia del ozono al tener como
objetivo en esta investigación evaluar el efecto bactericida y troficocelular
en el tratamiento de las úlceras flebostáticas en miembros inferiores.
MÉTODOS
Se estudiaron 44
pacientes de uno y otros sexos que mostraban úlcera flebostática en miembros
inferiores. Dichos enfermos provenían del Servicio de Angiología de nuestro
hospital, y de los hospitales Calixto García, Freire de Andrade e Instituto de
Angiología. Se incluyeron en este estudio los pacientes con úlceras
flebostáticas en los miembros inferiores uni o bilateral, de uno y otro sexos y
con una edad mázima de 70 años. Se excluyeron los pacientes diabéticos, con
insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, insuficiencia arterial y con
linfedema crónico. Se conformaron 2 grupos, cada uno con 22 pacientes, uno de
estudio y otro de control. El estudio comenzó en octubre de 1996 y culminó en
junio de 1997.
Ambos grupos de
pacientes recibieron el tratamiento convencional para las úlceras flebostáticas
de los miembros inferiores. El grupo estudio fue sometido a la ozonoterapia en
la que se introduce el miembro portador de la úlcera dentro de una bolsa de
nylon y se sella su extremo superior, con extracción del aire al vacío del
interior de la bolsa. Se insufla el ozono hasta una concentración de 80 mg/L
durante una hora. Se retira la bolsa y se aplica aceite ozonizado en la úlcera
hasta la próxima cura. Las variables estudiadas fueron el número de sesiones de
ozonoterapia, la cicatrización, la negativización del cultivo y los gérmenes
hallados en los cultivos de las úlceras.
Los resultados se
evaluaron de la siguiente forma:
- Se consideraron los resultados satisfactorios,
cuando se negativizó el cultivo y cicatrizó la úlcera y cuando se
negativizó el cultivo y no cicatrizó la úlcera.
- Los resultados no fueron satisfactorios cuando
no se negativizó el cultivo y no cicatrizó la úlcera.
El seguimiento a los
pacientes del grupo estudio se llevó a cabo mediante controles semanales, con
cultivos seriados de acuerdo con la clínica de la lesión. Los datos se
recogieron en una planilla confeccionada al efecto. Éstos fueron procesados en
la base de datos de FOXPRO.
El método estadístico
por excelencia empleado en el análisis de las tablas fue la prueba de
chicuadrado.
RESULTADOS
Al analizar la tabla
1 en la que se relaciona la negativización del cultivo con el número de
sesiones de tratamiento en los 2 grupos de trabajo, observamos que el tanto por
ciento mayor (63,6 %) de los pacientes pertenecientes al grupo de estudio
requieren para negativizar sus cultivos menos de 20 sesiones, mientras que el
mayor tanto por ciento de enfermos pertenecientes al grupo de control (45,4 %)
requiere de 20 a 30 sesiones. Del grupo de estudio no negativizaron sus
cultivos 2 pacientes para sólo el 9,1 %, mientras 5, para el 22,7 %, no lo
logran en el grupo de control.
Tabla 1. Negativización de cultivo en
relación con el promedio de sesiones de tratamiento
Negativizan el cultivo
|
Número
de sesiones
|
Grupo
estudio
|
Grupo
control
|
||
Sí
|
<
20
|
14
|
63,6
%
|
5
|
22,7
%
|
Sí
|
20-30
|
6
|
27,3
%
|
10
|
45,4
%
|
Sí
|
>
30
|
0
|
0
|
2
|
9,1
%
|
No
|
En
70 sesiones
|
2
|
9,1
%
|
5
|
22,7
%
|
Total de pacientes
|
22
|
100,0
%
|
22
|
100,0
%
|
Cuando aplicamos el
análisis bioesta-dístico a estos resultados (X2 = 8,54, p <
0,04, gL = 3) podemos decir que la relación entre la negativización del cultivo
y la aplicación terapéutica del ozono es altamente significativa.
En la tabla 2 se
analiza la cicatrización de la úlcera flebostática en relación con el número de
sesiones de tratamiento. Observamos que el mayor tanto por ciento de los
pacientes del grupo de estudio (86,4 %) logra la cicatrización de la lesión en
un rango de 20/30 sesiones, mientras que el tanto por ciento mayor de pacientes
pertenecientes al grupo control (45,5 %) necesitó más de 30 sesiones para
lograr la cicatrización. Por último, observamos que sólo 2 enfermos en el grupo
estudio no lograron cicatrizar su lesión para el 0,9 %, mientras que 9
pacientes del grupo control no lograron cicatrizar, para el 40,9 %. Por tanto,
al aplicar el análisis bioestadístico a estos resultados podemos plantear que
la relación de la cicatrización de la úlcera flebostática en miembros
inferiores con la utilización del ozono es altamente significativa (X2 =
27,1 p < 0,000005 gL = 3).
Tabla 2. Cicatrización en relación con el
promedio de sesiones de tratamiento
Cicatrización
|
Sesiones
de tratamiento
|
Grupo
estudio
|
Grupo
control
|
||
Sí
|
<
20
20-30 |
1
19 |
4,5
%
86,4 % |
0
3 |
0
13,6 % |
No
|
>
30
En 70 sesiones |
0
2 |
0
9,1 % |
10
9 |
45,4
%
40,9 % |
Total de pacientes
|
22
|
100,0
%
|
22
|
100,0
%
|
En la tabla 3 se
muestra el efecto bactericida del ozono frente a diferentes bacterias
encontradas en el cultivo previo al tratamiento. Apreciamos que de los 14
pacientes que en el grupo estudio requirieron menos de 20 sesiones, 7
presentaron estafilococo coagulasa negativa para el 50 %; 6 enfermos
mostraron Estafilococo aureos para el 42,9 % y a un paciente
se le aisló un Citrobacter. De los 6 pacientes que necesitaron entre 20 y 30
sesiones para negativizar los cultivos, 3 tenían Pseudomona aeruginosa para
el 50 %, 2 tenían Proteus mirabilis para el 33,3 % y sólo un
paciente tenía Estafilococo aureos.
Tabla 3. Negativización del cultivo según
gérmenes
Gérmenes
|
Negativizan
Número de sesiones |
No
negativizan
|
||||
|
<
20
|
20-30
|
(70
sesiones)
|
|||
Estafilofocos coagulasa negativa
|
7
|
50,0
%
|
0
|
0
%
|
0
|
0
%
|
Estafilococo aureos
|
6
|
42,9
%
|
1
|
16,7
%
|
0
|
0
%
|
Proteus mirabilis
|
0
|
0
%
|
2
|
33,3
%
|
1
|
50,0
%
|
Pseudomonas aeruginosa
|
0
|
0
%
|
3
|
50,0
%
|
1
|
50,0
%
|
Citrobacter
|
1
|
7,1
%
|
0
|
0
%
|
0
|
0
%
|
Totales
|
14
|
100,0
%
|
6
|
100,0
%
|
2
|
100,0
%
|
En este grupo de
estudio, sólo 2 pacientes no lograron negativizar el cultivo, uno con Pseudomona
aeruginosa y el otro con Proteus mirabilis.
DISCUSIÓN
El efecto bactericida
del ozono ha sido comprobado por autores como Rilling,13 y Doroszkiewiez.14 El
mecanismo de acción bactericida del ozono se produce por la reacción de este
gas con los ácidos grasos insaturados de la capa fosfolípida presente en las
membranas celulares, para dar lugar a una serie de peróxidos de cadena corta y
de carácter hidrófilo.
La célula infectada
produce como función defensiva peróxido de hidrógeno, de forma tal que no
soporta más peróxidos formados y ella se destruye o los nuevos peróxidos
introducen un efecto sinérgico que destruye los microorganismos por ozonólisis.
En los resultados
expuestos en la tabla 1 observamos que la negativización de los cultivos se
obtiene con un menor número de sesiones terapéuticas; resultados similares
fueron expuestos por científicos rusos en un trabajo inédito presentado en el
2do Simposio Internacional de Aplicaciones del Ozono, donde se utilizó la
ozonoterapia en úlceras tróficas de miembros inferiores, y se obtuvo en un
grupo de 42 pacientes negativización de sus cultivos en la mayoría de ellos,
con un promedio de 12 sesiones de tratamiento.
También se
presentaron otros trabajos inéditos donde únicamente se utilizó ozonoterapia
local en pacientes con úlceras de origen venoso en miembros inferiores, y que
expresaron negativizaciones de los cultivos de todos sus pacientes en un rango
de 12 a 30 sesiones de tratamiento.
El efecto trófico
celular del ozono y la reducción del número de sesiones de tratamiento
necesarias para obtener la cicatrización de la lesión son demostrados en la
tabla 2. Estos 2 aspectos han sido destacados por varios científicos, entre
ellos la doctora Quiñones,12 quien publica un
trabajo realizado en el Instituto de Angiología con un grupo de 40 pacientes
con úlcera en miembros inferiores por insuficiencia venosa crónica, donde se le
aplicó ozonoterapia a los 20 pacientes de su grupo de estudio y se obtuvo la
cicatrización de sus lesiones ulcerosas o al menos la formación de un tejido de
granulación como resultado satisfactorio, en un rango de 10 a 31 días de
tratamiento, mientras que los pacientes del grupo control necesitaron mucho más
días.
También Cajigas realizó
un trabajo científico inédito en un consultorio del médico de la familia
perteneciente al policlínico "Pasteur", donde usó el aceite ozonizado
en 60 pacientes con úlceras en miembros inferiores y el 100 % de los pacientes
curaron, con un promedio entre 15 y 30 sesiones de tratamiento.
Por otra parte, en
una investigación realizada en Rusia por Gorbunov y otros,
expuesta en el Segundo Simposio Internacional de Aplicaciones del Ozono en Cuba
en marzo de 1997, se destacó que en 42 pacientes a los que se les aplicó
ozonoterapia por úlceras en miembros inferiores, se obtuvo epitelización, a
partir de la tercera semana de tratamiento en el 99 % de los enfermos.
La ozonoterapia
resuelve el problema de la cicatrización de una manera rápida y eficaz e
incluso heridas de larga evolución.
1,15 Pensamos que esto no
fue debido a los gérmenes en cuestión sino a características personales de cada
paciente, como fueron el fallo en la asistencia al tratamiento y la mala
higiene personal.
Los resultados
anteriores nos muestran que el ozono es efectivo para todos los gérmenes que se
hallaron en el grupo de estudio, pues la inmensa mayoría de éstos fue eliminada
de los cultivos con menos de 30 sesiones de tratamiento.
En conclusión:
- No encontramos en la literatura médica
nacional ni extranjera algún estudio de la actividad bacteriana del ozono
en vivo frente a diferentes cepas bacterianas.
- La ozonoterapia aumenta el aporte de oxígeno a
los tejidos, mejora la microcir-culación y proporciona mejores condiciones
inmunológicas.
- La negativización del cultivo puede lograrse
con menos de 20 sesiones de ozonoterapia.
- La cicatrización de la úlcera se puede lograr
entre 20 y 30 sesiones de ozonoterapia local.
- El 90,9 % de los pacientes pertenecientes al
grupo de estudio presentaron resultados satisfactorios. Todos con
negativización del cultivo y cicatrización de la úlcera.
- El ozono fue efectivo contra todos los tipos
de bacterias que tenían el grupo de estudio.
Recomendamos realizar
estudios del efecto bactericida del ozono frente a diferentes tipos de
bacterias en vivo, y efectuar estudios similares a éste con un mayor número de
pacientes con la utilización además de la ozonoterapia sistémica.
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